Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos conectar a las personas con la esencia de las cosas, conectar creando un medio de comunicación que sirviera para cambiar la realidad que transitamos. Revelarnos contra la imposición de una cultura superficial, sin afectos, empaquetada, desprovista de emociones. Para salir a las calles y conectar con la gente, conectar con sus gestos, conectar con lo simple, con lo cotidiano, con artistas emergentes, con bandas locales que desde lo autogestivo hacen cosas increíbles, con gente que hace cosas nuevas y rompen con lo hegemónico.
Así nace ST magazine, como un estado emocional, una inquietud que se renueva constantemente, con la intención de convertirnos en una ventana a pequeños mundos, una lectura de lo que sucede, un enfoque a lugares donde todavía no llega la luz directa y enceguecedora de los medios masivos ni la cultura oficial, un portal virtual directo a las calles y a quienes les dan vida.
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